Una mesa redonda celebrada en Manresa el día 16 de abril de 2015
Manresa,22-04-2015,islamedia
El pasado jueves, día 16 de abril de 2015, la Unión de Comunidades Islámicas de Cataluña (UCIDCAT) y la Comunidad Islámica de Manresa, Mousaâb Ibn Oumair, organizaron una mesa redonda sobre el tema «Percepción del Islam y los Musulmanes en los medios de comunicación en España «. A continuación presentamos la intervención del señor Mohamed El Ghaidouni El Morabet, Presidente de UCIDCAT.
Sabemos que los medios de comunicación son considerados, por muchos, el Cuarto Poder por su capacidad de influencia sobre la opinión pública, y sobre la configuración del imaginario colectivo en función del tratamiento que se le da a diversos asuntos .
De ahí, la importancia que el ciudadano y el receptor de la información sea consciente y crítico ante lo que los medios difunden y la manera en que lo hacen, para evitar caer en las descripciones estereotipadas que algunas (no todos) reproducen de algunas religiones .
Estamos profundamente convencidos de que hoy en día ninguna sociedad puede prescindir de los medios de comunicación, del gran avance que estos significan y de la gran labor que desempeñan o deberían desempeñar en su adecuado desarrollo social y democrático. Es claro también que pueden convertirse en instrumentos de manipulación, y encubrimientos al servicio de intereses económicos y políticos ilícitos de determinados sectores o personas. En este caso en vez de informar, desinforman y en vez de formar, deforman.
Los medios de comunicación pueden entonces afectar a nuestra religiosidad. Apuesto decididamente por medios de comunicación que han de trascender las fronteras no sólo estatales, sino sobre todo mentales construidas sobre el mito de la homogeneidad del «nosotros» frente a «los otros». Fronteras que están presentes hoy en día no sólo en los discursos de ideologías populistas, sino también de manera más o menos latente en el seno de los diferentes grupos sociales que componen nuestras sociedades.
Existe entonces, una doble necesidad para los medios de deconstruir los estereotipos existentes sobre las minorías religiosas en lugar de reproducirlos y de reestablecer la complejidad de los hechos. La cuestión que se plantea es la de saber cómo reflejar la complejidad de la realidad social. Habría que empezar por cuestionar las prácticas periodísticas, eso sí, garantizando siempre la libertad de información:
1. ¿En qué medida ofrecen los medios una imagen de la realidad que refleja la diversidad?
2. ¿En qué medida es responsabilidad de los medios ofrecer una imagen positiva o más positiva de la interculturalidad?
3. ¿En qué medida el tratamiento de la información sobre la diversidad étnica, cultural, religiosa o lingüística es integrador?
4. ¿Cuál es el espacio que ocupa el sensacionalismo, el exotismo o las diferencias en el discurso de los medios sobre las religiones, comparado con el que se reserva a los elementos comunes compartidos? En otras palabras, ¿cuál es el espacio que ocupa la normalidad de la cohabitación intercultural frente a la búsqueda de la diferencia, lo extraño, lo intolerable o chocante?
5. ¿Cómo presentar la información a fin de que nos entendamos mejor, respetando al mismo tiempo la libertad de prensa?
Dicho esto podemos afirmar que son maravillosas y extraordinarias las posibilidades que nos pueden brindar los medios de comunicación. Desde UCIDCAT
1. Expresamos nuestro deseo de tener un «diálogo fructífero» con los medios de comunicación.
2. Insistimos en que los medios de comunicación deberían contribuir al bien común, ya que tienen una gran influencia sobre la conciencia y mentalidad de los individuos.
3. los que trabajan en este campo les pedimos que tengan en cuenta su responsabilidad ética, «particularmente en cuanto a la búsqueda sincera de la verdad, así como la defensa del carácter central y de la dignidad de la persona».
4. No queremos que los reporteros de los medios traten los temas religiosos desde una perspectiva muy secular, y política.
5. Pedimos a los medios que integren a especialistas en temas de religión. Y también que cuando los medios entrevisten a expertos en religión sean más equilibrados en su selección, por no dar una visión sesgada o incompleta.
6. No queremos que los medios de comunicación saquen provecho de la inclinación a la religión para su propio bien comercial.
Hoy en día conseguir que nuestro mensaje llegue a los medios de comunicación es una prioridad en nuestro trabajo.
Muchas gracias.
la intervención del señora Mercè Rosich Vilaró, Primera teniente de alcalde de Manresa.
Presidente de la Unión de Comunidades islámicas de Cataluña
Director de la Fundación Nous Catalans.
Sras. srs.
En nombre del alcalde de la ciudad, doy la bienvenida a este acto que tiene el objetivo de reflexionar sobre las percepciones del Islam y de los musulmanes en los medios de comunicación en España. Este acto de hoy es absolutamente necesario y una buena decisión, sobre todo a raíz de los últimos acontecimientos que están sucediendo en el mundo, con repercusiones en nuestra casa y que ha situado el Islam en el centro del debate, a partir de unos hechos de violencia, terrorismo y guerra que no deberían confundirse con una religión tanto significativa como el Islam y con un fondo ético y moral muy alejado de estos eventos tanto dramáticos.
Más allá de creencias y de costumbres, como concejala de Acogida y Cooperación, os he decir que nuestra ciudad cuenta con una comunidad musulmana muy significativa, y que agruparía población originaria de países tan diferentes entre sí como Marruecos, Senegal, Guinea Conakry, Nigeria o Pakistán. Porque el mundo musulmán supone unos 1500 millones de habitantes en todo el mundo, y por tanto difícilmente reducibles a 4 definiciones o clichés.
Todos juntos tenemos el objetivo de vivir en una ciudad próspera y cohesionada; en un lugar donde la convivencia no sólo sea posible sino también agradable y enriquecedora. Todos coincidimos en esta apuesta y en facilitar el acercamiento y conocimiento mutuo entre las personas, ya que en el fondo no son las culturas o las religiones y creencias las que interacciones, sino las personas, personas con nombres y apellidos, características particulares, proyectos vitales, inquietudes, deseos de realización, tanto para ellos mismos como para sus familias y amigos. Esta es una tarea compleja en la que debemos contribuir todos.
Nosotros, desde el Ayuntamiento y desde las entidades recién llegadas y los centros de culto, trabajamos para que este sea el objetivo de nuestra tarea diaria, una tarea que requiere actitudes respetuosas y cuidadosas, así como buena predisposición para escuchar, para aprender , para sentirse cerca del otro, de sus problemas y realidades.
Hoy en día, el poder de los medios de comunicación es inmenso, tanto tiempo de informar, como de crear opinión pública, favoreciendo o dificultando la rotura de prejuicios y estereotipos, así como el acercamiento o distanciamiento entre personas y pueblos, y por lo tanto la convivencia y el diálogo. Puede ser por eso, hay que pedir, velar y al mismo tiempo valorar cuánto se da, la veracidad, la objetividad, evitar las simplificaciones o la búsqueda de titulares, o bien poner los acentos sólo en aspectos negativos o conflictivos.
El Islam, como una de las grandes religiones mundiales, heredera de una civilización fundamental para entender la historia de la humanidad, merece un trato objetivo y que analice con todas sus complejidades unas realidades tan diversas que -como hemos dicho- agrupa población desde Indonesia a Estados Unidos, de Nigeria en Alemania, de China en Egipto, pertenecientes a escuelas de pensamiento y jurídicas diferentes, en el mundo chií o suní con todas las variedades que podemos encontrar, a nuevos musulmanes, y musulmanes tradicionales de diferentes cofradías, practicantes o no, etc. Estas realidades, relatadas a tantos artículos y reportajes periodísticos, deben tener en cuenta y poner a la luz, situaciones que sólo se explican a través de un análisis que tenga en cuenta aspectos económicos, sociológicos, políticos, históricos, etc que ocultan las motivaciones y protagonistas reales que hay detrás de algunos de los hechos que hoy en día estamos viviendo, fácilmente reducibles a la famosa lucha entre civilizaciones o religiones.
Como decía antes, hay que hacer una apuesta por el encuentro y la convivencia entre personas, no tanto entre culturas o religiones o etnias … y todas y todos llenos de complejidades y diferencias que no pueden sino favorecer una real convivencia y apuesta por la paz y la justicia. Gracias pues a todos por este acto en Manresa que seguro, con su contribución, pondrá un pequeño grano de arena en este camino que tenemos que hacer juntos para construir un futuro mejor para nuestros hijos.
Intervención de Abdenbi Zeroual
Primero, agradezco a la UCIDCAT y a la Comunidad Islámica de Manresa de haberme invitado a participar en este encuentro, también agradezco a la audiencia su interés y su presencia.
Mi intervención se concentrará sobre El Islam y las mujeres musulmanas en los medios de comunicación. Es un tema importante como delicado, para tratarlo se necesita mucha paciencia, flexibilidad y disposición para la crítica constructiva y para recibir preguntas embarazosas por parte de los interesados. Sin prejuicios y con mutuo respeto.
Los medios de comunicación occidentales están acostumbrados a dar una imagen de la mujer musulmana distorsionada que podemos resumir en que la mujer musulmana está oprimida y maltratada, necesita a quien la libere y le ayude a levantar la tutela de la fe musulmana que la obliga a ser sumisa y para ello, el modelo ha de ser el occidental ya que es el estándar ideal.
Para abordar este tema, los medios de comunicación occidentales se basan sobre todo sobre los aspectos negativos que hay en las comunidades musulmanas, que son aspectos puramente costumbres y ni si quiera son coherentes o en armonía con el islam, pero sí que apoyan la visión discriminada occidental. La tarea de los medios de comunicación se limita entonces a inflar estos aspectos y ponerles algo de maquillaje para presentarlos a los lectores y justificar que la mujer musulmana está oprimida y no tiene libertad.
Este tipo de actos solo justifica una cosa: la utilización de la mujer musulmana como primera puerta hacia el ataque injustificado al islam y a todo lo que es musulmán. Así los medios de comunicación abandonan su noble tarea de difundir la información real y correcta sin prejuicios con el fin de acercar los pueblos y las culturas unas a otras y así pierden credibilidad, imparcialidad y seriedad en el análisis y la transferencia de las noticias.
Uno de los principios tan relevantes de la comunicación sincera es el derecho a la respuesta, cosa que, tal como lo vivimos ahora, está prohibida a los musulmanes porque que no se puede editar ningún artículo que trata de dar la respuesta correcta ya que no va con los objetivos trazados anticipadamente. Los Medios de comunicación occidentales tienen un doble mensaje y utilizan diferentes medidas para juzgar los hechos, lo que conduce a pensar que hay objetivos no declarados para atacar todo lo que les he diferente y por consecuencia podemos decir que hay una guerra no declarada hacia todo lo que es musulmán a través de la distorsión de las realidades y el provecho de todos los actos que benefician a algunas partes que tienen como objetivo sembrar el odio, el racismo y el rechazo basándose sobre la diferencia de la fe y de la raza.
Este tipo de medios de comunicación se basa sobre hechos y actuaciones personales y aisladas, inaceptables por la razón como por la religión. Actos cometidos por algunas personas que desconocemos sus objetivos pero que nos salpican a todos los musulmanes. Por lo tanto sufrimos sus consecuencias, pero sin dejar de rechazarlos y condenarlos. Todos los musulmanes y musulmanas pagan caro la consecuencia de estos hechos, dentro y fuera de sus hogares. Los medios de comunicación occidentales, también tratan de crear una realidad que no existe sacando artículos de la Shariâ de su contexto global para justificar sus objetivos según su punto de vista basándose sobre algunos actos individuales, aislados y erróneos cometidos por parte de algunos miembros de la comunidad musulmana.
El enfoque siempre ha sido sobre la poligamia, la herencia y la vestimenta de la mujer musulmana sin molestarse en entender la realidad de las comunidades musulmanas, sus culturas y los fines de la Shariâ que son siempre ausentes para quien tiene el Islam como objetivo de ataque incondicional. Esto hace que el juicio y el análisis de estos medios de comunicación sean fuera de contexto y lejos de la realidad ya que está basado sobre diferentes conceptos y con una visión parcial con objetivo de distorsionar la verdad e inflar el evento o la noticia. Aun así, no podemos y no debemos generalizar. Hay medios de comunicación serios que hacen frente a las noticias de forma imparcial y tratan de transmitirlas con honestidad y con alta profesionalidad analizando el caso en base a los hechos en su contexto real sin darle ni más ni menos importancia. Podemos resumir la base del análisis de la mayoría de los medios de comunicación en seis puntos: A menudo los artículos periodísticos se centran en la custodia religiosa de la mujer, como si fuera una realidad La falta de credibilidad en el tratamiento de asuntos relacionados con la mujer musulmana.
La utilización del estilo de desprecio y de odio y las perspectivas de inferioridad La centralización sobre el modelo occidental como una única medida para juzgar la mujer musulmana. La adopción de una referencia tomada de experiencias fuera de la realidad musulmana y específicamente sacada del feminismo occidental. Y finalmente, el doble mensaje y doble barra de medir para juzgar el mismo acto. Este último punto es el más importante en el caso del análisis de la situación de la mujer musulmana y también el más duro utilizado para atacar al Islam. Los que lo utilizan a veces glorifican a quien comete algún acto determinado, otras veces incluso lo santifican cuando se trata de un occidental, pero si viene por parte de un musulmán o musulmana, es objeto de duras críticas e injurias. Ponemos un ejemplo. Todas las monjas y hermanas católicas llevan el velo y se tapan todo el cuerpo incluso en pleno verano y todo el mundo las respeta, pero cuando se trata de una musulmana la rechazan, la maltratan, la humillan y puede que la insulten. Pues, lo mismo podemos decir de la barba, de las relaciones familiares hombre-mujer etc. Podemos decir que las razones de ese punto de vista retroactivo son varias motivaciones históricas, intereses políticos, culturales y sociales y a actitudes negativas en contra de la mujer en las sociedades árabes. Y también el hecho de impedir a las mujeres disfrutar de sus derechos tal y como se consagran en el Corán. Además de usar palabras sin especificar sus conceptos y la intención de establecer un módulo en la imaginación de los ciudadanos occidentales sobre el Islam y los musulmanes. Este método, se puede considerar en todos los medios de comunicación sin excepción.
También hay el uso de la duplicación a la hora de juzgar las acciones permitidas en la política internacional, y el uso de los principios básicos del nuevo sistema mundial basado en el interés, sin tener en cuenta los derechos humanos, la ética, las normas ni moralidad i sin tener cuenta de las costumbres. Hoy en día, para hacer guerra a cualquier Estado, invadirlo o conquistarlo no hace falta mucha justificación, al contrario la invasión se convirtió en una necesidad para muchos países desarrollados y son los débiles quien paga las consecuencias. Cuando hablamos del Salafismo sin especificar el significado de esta palabra salafismo/salafista, en las sociedades islámicas significa seguir el enfoque del Profeta, en la fe y el trabajo que hay que hacer para divulgarlo. Y es el verdadero Islam. Todas las ramas sunitas son salafistas en su creencia y practica el Islam desde este punto de partida. Islam es salam es Paz, convivencia, respeto al ajeno, virtud y prevención del vicio. En Wikipedia, encontramos la definición siguiente: El salafismo es un movimiento sunnita que reivindica el retorno a los orígenes del islam, fundado en el Corán y la Sunna. «Salafismo» (del árabe: السلفية as-salafiyya) proviene del término «salaf», «predecesor» o «ancestro», que designa a los compañeros del profeta Muhammad y las tres primeras generaciones que lo suceden. Este concepto se ha transformado en la prensa occidental para definir a los salafistas como salvajes, violentos, terroristas i asesinos.
En la prensa occidental aparece el Jihadismo junto con las operaciones de suicidas y todo atribuido al salafismo que se corveteó en un pensamiento distorsionado, una ideología adoptada por los radicalistas que se convirtieron en líderes musulmanes con seguidores y discípulos. Los medios de comunicación occidentales son los que dieron a estas personas razón de existencia y propaganda, con o sin intención. A demás, la utilización de algunas palabras nuevas como el terrorismo islámico da una visón del Islam completamente distorsionada. Pegar a la palabra Islam la palabra terrorismo es totalmente contradictorio. Solo hace falta ver lo que sufren los musulmanes de ese terrorismo, tantos que mueren cada día a manos de estos terroristas. Actos que el Islam prohíbe rotundamente y que son alienígenas a nuestras costumbres y nuestra fe. Sobre todo cuando sabemos quién está detrás de estos movimientos, quien les financia y al fin y al cabo, quien les ha creado. El ejemplo más claro lo tenemos con el movimiento Al Qaeda y su líder que ha sido creado, formada i promulgado por la indigencia estadounidense. Pues, el terrorismo no tiene religión ni patria.
El asesinato y el pillaje está prohibido en todas las religiones y es penado y castigado por todas las leyes del mundo. Es un acto contra toda la humanidad. No puede ser aceptable por una mente sana y no tiene vínculo ninguno con ninguna fe o religión. Es un acto condenado por toda la humanidad y hay que erradicarlo. Tenemos que proteger nuestros hijos y nuestros pueblos de sus ideas como que tenemos que separarlo claramente de la fe, la musulmana en concreto. Todo intento de mezclar los términos Islam y terrorismo solo ayuda a crear distancias entre las cultures cada vez más grandes. Es sembrar discordia, miedo y desconfianza, cosa que aprovechan los propios terroristas para acabar con las libertades, la justicia y la democracia.
Actualmente solo el trabajo juntos y en grupo, es la solución seria y definitiva a muchos problemas globales. Solo hay que establecer la lista de prioridades, Combatir el terrorismo con todas sus formas, Volver a dar a la prensa su noble tarea de información seria y responsable. Condenar los medios de comunicación suspicaces porque es terrorismo camuflado. Condenar la utilización y la distorsión de las palabras (No tiene sentido decir Terrorismo Islámico, Yo solo le veo un objetivo, difundir el odio, el racismo y la separación) Nos hemos preguntado algún día cómo se sentiría un cristiano leyendo una noticia que relata actos terroristas cometidos por un grupo cristiano? O lee el terrorismo cristiano, Lo primero que le vendría a la mente es la relación entre la fe y el terrorismo.
Relación que no existe y nunca ha existido. La podemos colar a la fe sólo por el hecho de que la persona que lo ha cometido proclama ser cristiano? Lo és de verdad o es meramente una cobertura que no tiene fundamento ninguno? El terrorismo existe y existirá mientras no combatimos sus orígenes. Hoy en día hay países que alientan el terrorismo y lo utiliza para oprimir a otros países. Lo malo, es que no hay quien les diga Basta. El terrorismo ha crecido después de la invasión de Irak y se ha fortalecido cuando se utilizó para intervenir en temas internos de otros países. Necesitamos una buena crítica en ese sentido y necesitamos denunciar a quien fundó, creó y utilizó el terrorismo para llegar a sus fines personales. Tenemos y debemos condenar el terrorismo en todas sus formas y en donde haya. Sin miedo y sin cortesías.